lunes, junio 20, 2005

Una arquitecta bosteza en plena Rue de Chantès y un ruiseñor en las costas argentinas decide imitar a una bala perdida para estrellarse en el retrovisor de una conductora despistada. Pero ambos, arquitecta y ruiseñor, sueñan con un pedacito de cielo en el que deje de llover.